Los mercados financieros se pusieron a vender acciones como no se hacía desde 2008, lo que propició una fuerte caída en las bolsas. El detonador fue la baja de precios de los petróleos de los sauditas para no perder sus mercados contra de Rusia, lo que dejó a la mezcla mexicana debajo de la mitad de lo que se tenía estimado: de los 49 dólares por barril pronosticado, sólo se están pagando 24 dólares.
En México se incrementó el tamaño del programa de coberturas cambiarias liquidables para que tanto personas como empresas, puedan contraer deudas en dólares y “amarrar” el tipo de cambio con el que la van a pagar. Esto para evitar que la gente compre dólares tempestivamente y produzca un aumento en el precio de la divisa norteamericana.
Mientras tanto, universidades de Estados Unidos de América están cancelando clases presenciales y eventos masivos e Italia está prácticamente en aislamiento por el COVID-19.
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