El INEGI dio a conocer las cifras de la confianza del consumidor: en enero había una cifra esperanzadora con un aumento de 0.5% y en febrero retrocedió a 0.2% ya que la gente piensa que la situación económica que hoy se vive en los hogares está peor que hace 12 meses y su perspectiva hacia 2021 también es pesimista. Asimismo, decrecieron las expectativas en cuanto a:
● La posibilidad de salir de vacaciones.
● Posibilidades de ahorrar.
● Preocupa la situación del empleo para el próximo año, lo que lleva a que las personas gasten menos.
● Comprar un automóvil.
Uno de los motivos por los que los consumidores tienen esta expectativa es por la presencia del coronavirus a nivel mundial, ya que hay un ánimo de nerviosismo a lo largo del mundo.
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