Cuando vi el resultado de las elecciones en Rusia del pasado domingo vinieron a mi memoria los tiempos en los que el PRI arrasaba en las elecciones presidenciales. Los datos de los más recientes conteos revelan que obtuvo el 76 por ciento de los votos. El segundo lugar fue para el comunista Pavel Grudinin, con el 11.8 por ciento de los votos.
En la elección de 1982, la última en la que el PRI no tuvo contrincante que realmente disputara la presidencia, Miguel de la Madrid obtuvo el 70.9 por ciento de los votos y Pablo Emilio Madero, del PAN, se llevó el 15.7 por ciento.
Pero, a diferencia de lo que pasaba entonces en el sistema político mexicano, en el que se gestaba una fractura que habría de cambiarlo para siempre años después, en Rusia, hoy no solo no se ve algún cambio por venir, sino que se percibe la consolidación del poder de Putin.
En la elección de 1982, la última en la que el PRI no tuvo contrincante que realmente disputara la presidencia, Miguel de la Madrid obtuvo el 70.9 por ciento de los votos y Pablo Emilio Madero, del PAN, se llevó el 15.7 por ciento.
Pero, a diferencia de lo que pasaba entonces en el sistema político mexicano, en el que se gestaba una fractura que habría de cambiarlo para siempre años después, en Rusia, hoy no solo no se ve algún cambio por venir, sino que se percibe la consolidación del poder de Putin.
La larga historia de Putin en el Kremlin
El presidente ruso llegó al gobierno por primera vez en agosto de 1999, como Primer Ministro del presidente Boris Yeltsin, quien dimitió en diciembre de ese año, dejando a Putin la presidencia interina. Ganó su primera elección en marzo del 2000 con el 53 por ciento de los votos. Se reeligió en marzo de 2004 obteniendo el 71 por ciento de los sufragios. La ley le impidió postularse directamente para un tercer mandato.
Su partido postuló entonces a Dmitri Medvédev, quien ganó la elección y lo nombró Primer Ministro, convirtiéndose en el poder de facto y en el candidato presidencial en la siguiente elección. Putin ganó en 2012 con el 63 por ciento de los votos.
La votación obtenida por Putin el domingo 18 de marzo es la más alta que ha obtenido en las cuatro elecciones en las que ha participado y revela el indiscutible y férreo liderazgo que tiene.
Si llega al término de su periodo, habrá sido presidente de Rusia durante 20 años y en realidad habrá acumulado 24 años como el hombre fuerte de Rusia.
¿Qué implicaciones tiene el triunfo de Putin?
Significa probablemente que tendremos una muy activa presencia rusa en el mundo en los próximos años.
En el libro, “La Ruleta Rusa: la historia detrás de la guerra de Putin contra EU y la elección de Donald Trump”, los periodistas Michael Isikoff y David Korn, documentan la estrategia de largo plazo de Putin, y las muy largas relaciones de los rusos con Donald Trump, así como su odio contra Hillary Clinton desde los tiempos en los que ella era secretaria de Estado.
Si la evaluación de ese texto es correcta, lo más probable es que el triunfo de Putin dé aliento a la búsqueda de influencia en el mundo accidental, tanto de manera abierta y expresa como a través de operaciones encubiertas como las que fueron usadas en la elección de Trump y que ahora se documentan ampliamente.
Una de esas operaciones, por cierto, el uso de la información de Facebook por parte de la empresa Cambridge Analytica, le ha costado a Facebook la peor caída en la bolsa en muchos años.
Parece distante, pero la reelección de Putin, puede traer consecuencias cercanas para México.
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